1 de junio de 2011

Madame Bovary y Lucia de Lammermoor

Al final de la segunda parte de la novela, en el capítulo XV, Emma y Charles acuden a una representación de la ópera Lucia de Lammermoor interpretada por el tenor Lagardy. Antes y durante la representación, Emma observa el teatro, los palcos, los asistentes y se va llenando de vanidad al verse en semejante lugar, "en pleno Walter Scott de su juventud". Observa el escenario como si no tuviese bastantes ojos. La función se representa en Rouen. Habían acudido a la ciudad para ver si Madame Bovary mejoraba tras el trastorno que le había producido la ruptura con Rodolphe Boulanger, relación de la cual Charles no supo nada, lo que le llevó a pensar que el cáncer podía ser la causa del deterioro de la salud de su mujer. Llegaron a Rouen aconsejados por el sacerdote tan poco clerical de la novela, aquel que no podía hacer nada por Emma y sus lamentaciones novelescas ya que lo que preocupa al cura es el trabajo de la parroquia y no tanto las damas tediosas. 
Emma disfruta en el teatro y Charles se aburre, en varias ocasiones lo manda callar. Poseída por la fuerza del drama y la atracción del cantante siente deseos de gritar: "Llévame contigo, marchémonos. Para ti todos mis ardores y mis sueños." Cae el telón. Lo que sucedió en la ópera a partir de este momento careció de interés para Emma pues encontró a M. Léon. Se citan en la calle y ni siquiera ven el final de la representación. Se perdieron esta aria que recoge el blog Gotas de ópera . Mariola Cantarero canta el Aria de la locura.

1 comentario:

  1. No sé dir què m'agrada més: si l'elegant forma d'introduir una ària preciosa, l'ària itself o el record de la lectura de Flaubert. Gràcies pel post amic!

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